TERRANWAR

Prólogo: El Éxodo y la Rebelión

En el año 1675 del Calendario Marciano, la humanidad se encontraba en un punto de inflexión. Tras décadas de explotación y opresión por parte de las corporaciones terrestres, los colonos de Marte se alzaron en una sangrienta revuelta. La Guerra de los Dos Mundos había dejado cicatrices profundas, pero también había forjado un espíritu de independencia y resistencia. Nueva Ares, la república marciana, nació de las cenizas de la guerra, prometiendo un futuro de libertad y autosuficiencia.

La Edad de Oro y la Caída

Durante los años 1810 a 1900 MC, Nueva Ares floreció. Las megacúpulas habitables se alzaron como monumentos a la ingeniería humana, y los acuíferos subterráneos proporcionaron el agua necesaria para la vida. Los BOTs, gigantes de titanio diseñados para terraformar el planeta, se convirtieron en la columna vertebral de la prosperidad marciana. Sin embargo, la ambición y la corrupción crecieron en las sombras. Los recursos se agotaban, la atmósfera comenzó a deteriorarse, y la promesa de libertad se desvaneció.

Las Facciones de la Nueva Era

En el año 2000 MC, el colapso era inminente. La República de Nueva Ares, debilitada y dividida, perdió el control de su propia gente. Tres facciones emergieron de las ruinas: el Círculo de Hierro, una milicia implacable que controlaba los acuíferos restantes; La República, que intentaba mantener el orden entre las zonas de Nueva Ares y los Hijos de la Tormenta. Cada una con sus propios objetivos y métodos, luchaban por los escasos recursos que quedaban.
La República buscaba reconstruir lo que se había perdido, el Círculo de Hierro saqueaba y controlaba los acuíferos, y los Hijos de la Tormenta, fanáticos religiosos, veían el polvo como una purificación divina, dispuestos a exterminar a la humanidad en su búsqueda de un Marte "puro".

El Reactor Perdido de Nexus Rinthus

En 2025 MC, un satélite detectó una señal de energía bajo el Monte Olimpo: un reactor de fusión intacto, capaz de alimentar una ciudad entera durante siglos. Las facciones se movilizaron rápidamente, cada una deseando controlar esta fuente de poder inimaginable. La superficie de Marte, ya un cementerio de ciudades rotas y secretos enterrados, se convirtió en un campo de batalla donde cada gota de agua valía más que la vida misma.

Mientras las facciones luchan por el control del Reactor de Nexus Rinthus, el futuro de Marte pende de un hilo. La República busca la reunificación, el Círculo de Hierro impone su dominio mediante la fuerza bruta, y los Hijos de la Tormenta anhelan una purificación total. En este mundo de polvo y acero, tu camino determinará si Marte renacerá de sus cenizas o se sumirá en una oscuridad eterna.